PROPUESTA SOBRE POLÍTICA MARÍTIMA NACIONAL

PROPUESTA SOBRE POLÍTICA MARÍTIMA NACIONAL

PROPUESTA SOBRE POLÍTICA MARÍTIMA NACIONAL

Tomando en consideración los siete impactos obtenidos en el primer trabajo del observatorio, en el siguiente documento se plantean ciertos problemas con sus posibles soluciones, u objetivos a mediano y largo plazo para frenar y/o hacer frente a dichas incertidumbres.

Los impactos mencionados son: transición del poder, empoderamiento humano, centralización de la información, aceleración de la tecnología y explotación de recursos, cambio climático, cambios poblacionales y las condiciones de vida, y por último determinados imprevistos.

Frente a estos impactos, en dicho informe se hará énfasis en la necesidad de una política marítima estratégica que proteja la biodiversidad, los recursos, y al mar argentino en su totalidad. Se van a identificar; problemas, objetivos y posibles soluciones.

El problema principal es nuestro mar que, a pesar de su riqueza, esta ecorregión está amenazada por diversas actividades humanas, incluyendo:

●      la pesca no sustentable: sobrepesca, captura de juveniles y la captura incidental de especies no deseadas.

●      la contaminación generada por actividades costeras.

●      el turismo masivo nacional e internacional.

●      la exploración y explotación offshore de petróleo y gas.

●      el transporte marítimo.

Contaminación Marina

Es la introducción de desechos u otras materias en el mar, resultante directa o indirectamente de actividades humanas, que tengan o puedan tener efectos perjudiciales. Estos provocan el daño a los recursos vivos y a los ecosistemas marinos, la puesta en peligro de la salud del hombre, el entorpecimiento de las actividades marítimas, incluidas la pesca y otros usos legítimos del mar, y el deterioro de la calidad del agua de mar.

Más del 80% de la contaminación del mar proviene de las actividades humanas en la tierra, como las de carácter industrial, agrícola o urbano, entre otros. Los impactos más graves y palpables de las descargas de los residuos sólidos y líquidos, sin el adecuado tratamiento previo, se manifiestan en las zonas costeras, delicado ámbito de interfase entre el mar y la tierra. Además, una buena parte de la contaminación atmosférica termina en el mar.

Aunque en menor magnitud, también las actividades humanas desarrolladas en el mar producen contaminación marina. En su funcionamiento normal, los buques y las plataformas fijas generan residuos sólidos, líquidos y gaseosos, cuyo vertido sin tratamientos implican efectos contaminantes.

El objetivo para hacer frente a esta problemática será que se lleve adelante una estrategia marítima: se debe llevar adelante la formulación de una estrategia inteligente, integral y proactiva, para lograr la protección de nuestro mar. Pero la estrategia en el mundo del siglo XXI no sólo exige a las naciones mayor énfasis en el desarrollo socio-económico, sino también en el científico y el tecnológico.

La posibilidad de un uso más intensivo de los mares se hizo posible en los últimos años del siglo XX merced a los adelantos y el empleo de avanzadas tecnologías en las ciencias de la oceanografía y la geología marina, en la investigación de las profundidades marinas y de la pesca, así como en la exploración y explotación de hidrocarburos y minerales en regiones del mar más profundas y de difícil acceso.

Estos avances han sido también acompañados no solamente por la preocupación de la salud de los océanos sino también, al problema del efecto invernadero, que ya provoca grandes cambios climáticos y cuyas consecuencias serán tanto la pérdida de grandes reservas de agua potable, aumento del nivel del mar e inundaciones de las franjas costeras bajas (debido a la retracción o desaparición de glaciares y la disminución de hielos polares) como un incremento en la cantidad de sucesos extremos (inundaciones, sequías, tormentas intensas, deslizamiento de tierras, etc.).

El océano es escenario de desafíos importantes; los gobiernos, las fuerzas armadas, las empresas multinacionales, así como las industrias locales tienen intereses allí.

La estrategia contará con grandes desafíos para la nación:

●       Tener una amplia perspectiva de los sucesos que se desarrollan en diferentes partes del globo y su interconexión.

●       Adecuar nuestra postura marítima nacional a las nuevas realidades del mundo actual.

●       Establecer con claridad las áreas de interés y desarrollo marítimo nacional y sus objetivos.

●       Relacionar correctamente esos objetivos con nuestras posibilidades.

●       Conocer los modelos nacionales de los países que han sabido instrumentar políticas y estrategias marítimas eficaces y beneficiosas.

●       Integrar los elementos políticos, económicos y sociales de nuestra política nacional marítima, con percepción geopolítica.

●       Promover con los gobiernos provinciales y locales una gestión integrada de los problemas de políticas ambientales.

●       Establecer asociaciones y redes de trabajo con agrupaciones educacionales para facilitar la interacción entre la comunidad oceánica y los educadores.

●       Trabajar en conjunto con países con los cuales tengamos litorales fluviales y marítimos limítrofes, por mejores y nuevas políticas fluviales y oceánicas.

Como respuesta a los problemas antes mencionados, se enumeran algunas de las principales soluciones a tener en cuenta:

Salud y calidad de las aguas

Proteger y restaurar la calidad de las aguas oceánicas costeras, fluviales y lacustres afectadas por las crecientes descargas desde tierra de productos químicos y residuos no degradables, a fin de asegurar la salvaguardia de la salud humana, la rica diversidad de la vida marina, fluvial y lacustre, la preservación de un medio estético y recreativo para el goce de las generaciones presentes y futuras.

Ciencia y tecnología

Promover un sistema nacional y regional integrando y coordinando las observaciones oceánicas espaciales, aéreas y de campo, cuya amplitud y precisión permitan: perfeccionar el control del mar, mejorar la protección de los ecosistemas acuáticos y hábitat costeros, y el monitoreo de los efectos del calentamiento global cuyas variaciones influyen sobre el clima de nuestro país y afectan las actividades marítimas, y a su vez mejorar las predicciones sobre posibles desastres naturales.

Seguridad

Fortalecer el mantenimiento de la seguridad en las fronteras marítimas, fluviales y lacustres, puertos y vías navegables y asegurar la capacidad de control sobre la depredación de recursos pesqueros, entre otras.

Educación

Establecer un esfuerzo nacional coordinado para reorientar y mejorar la educación en todos sus niveles, con el fin de que la población tenga un conocimiento correcto

y actualizado del universo marítimo y fluvial argentino, su compleja interacción con la atmósfera, la magnitud del impacto humano y la importancia que un manejo inteligente y un aprovechamiento eficiente del mismo tiene para su mejor desarrollo político, económico y social.

Legislación

Elaborar una adecuada legislación e implementar acciones a nivel nacional, provincial y municipal, en comunión con organizaciones privadas, destinadas a valorar, preservar y proteger el patrimonio marítimo.

Bibliografía