POLÍTICA EXTERIOR
Incidencia de la competencia China-Estados Unidos en Argentina – Agustina Eugenia Castro
De acuerdo a lo señalado en el trabajo anterior sobre este segundo punto temático, pudo concluirse que:
Debido al contexto de rivalidad mundial y multifacética entre la República Popular de China y los Estados Unidos de América, el desafío para la región latinoamericana, y particularmente para la República Argentina, es enfrentar la disyuntiva de cómo posicionarse ante tal coyuntura, evaluando los riesgos, oportunidades, costos y beneficios que tal decisión implicaría.
En base a dicha reflexión, la próxima propuesta tiene una única línea de acción general para la posterior formulación de políticas públicas en torno a la incidencia de la competencia sinoestadounidense en Argentina, sobre todo enfocado en el aspecto diplomático.
Título de la propuesta: Pragmatismo y apertura de la política exterior argentina
Tomando en consideración el punto de impacto de transición del poder (1), y también reconociendo la importancia que tienen las áreas de incertidumbre relativas a la adaptación a las reglas basadas en el sistema internacional (11), al aumento de la competencia por los bienes comunes globales (12) y al aumento del ámbito de competencia internacional (13), el objetivo de esta propuesta consiste en lograr un relacionamiento externo con ambas potencias de manera eficiente y estratégica a corto, mediano y largo plazo.
Para lograr dicho objetivo, se expone la siguiente línea de acción, en tres puntos, como el mejor potencial camino a seguir:
• El desarrollo de un modelo de diplomacia y política (exterior) argentina que se caracterice por su pragmatismo e inteligencia y que se inserte dentro de una estrategia a largo plazo es la vía más adecuada a seguir por parte de nuestro país. Por supuesto que este modelo no debería comprometer o poner en juego los ideales e intereses nacionales; en cambio, debiera poder ser un marco que ayude a la Argentina a tener un rumbo de cara al futuro para poder negociar, en distintas áreas, de manera estratégica tanto con los Estados Unidos de América como con la República Popular de China. Siendo realistas, reconociendo nuestra situación de dependencia y relativa inferioridad ante las dos potencias más relevantes del sistema internacional actual, la República Argentina debe buscar la eficiencia por encima de las diferencias ideológicas e históricas que pudiera haber con ambos socios. Es claro que la Argentina debería seguir manteniendo las relaciones bilaterales con ambos países, China y Estados Unidos, teniendo en cuenta que representan de los mayores inversores e importadores, siendo así, los más importantes socios comerciales para el país en la actualidad.
• Sin embargo, también ha de examinarse cierta desconfianza política, todavía presente en las relaciones argentino-estadounidense, a fin de plantearse nuevas formas de relacionarse entre ambos, que los lleve a un mejor y enriquecedor vínculo, por lo que no puede deteriorar las relaciones con este país dado que su relevancia y poderío persisten. A la par, debería seguir estrechando las diversas relaciones con la República Popular China, que cada vez influye más en la escena internacional – y en la región – y que también se proyecta como el próximo gran actor a partir del cual se definirá el orden internacional. A largo plazo, la República Popular aumentará cada vez más su preponderancia en la región; de hecho, gracias a sus proyectos económicos nacionales (sobre todo la Nueva Ruta de la Seda), se estima que para el 2050 China asumirá la posición de la principal potencia mundial. Debido a esto, siendo que China mantiene amistosas e importantes relaciones comerciales con América Latina, Argentina puede aprovechar sus beneficios. Desde 1972, Argentina y China mantienen un vínculo bilateral con ausencia de conflictos o tensiones relevantes, por lo que, a nivel diplomático, las relaciones amistosas pueden fortalecerse. De esta manera podría encontrarse un equilibrio pragmático entre las posiciones a asumir con ambas potencias.
• Teniendo en cuenta lo propuesto, no debe dejar de mencionarse que es de vital importancia velar por los intereses y valores nacionales en todo momento, que de ninguna manera deben subordinarse a condiciones de, por ejemplo, reprimarización económica en caso de profundizar las relaciones bilaterales con la potencia asiática.
Reconstrucción de la confianza ciudadana
Sociedad argentina: desconfianza a los políticos/apatía política, polarización y (re)configuración de identidades – Agustina Eugenia Castro
Dado el análisis en el trabajo anterior sobre este último punto temático, pudo llegarse a la conclusión siguiente:
Tomando como referencia aspectos centrales de la última elección legislativa en nuestro país (Primaria, Abierta, Simultánea y Obligatoria, en septiembre y la elección general desarrollada en mediados de noviembre, ambas en el año 2021) – tales como los índices de participación ciudadana y los votos en blanco y nulos, además de los modelos de gestión de campaña política – el desafío para la correcta gobernanza de la República Argentina es entender diversas cuestiones que hacen al electorado y, en base a ello, evaluar no solamente el desempeño electoral sino también las gestiones de gobierno y proyectar hacia el futuro eventuales modificaciones en pos de la salud y vitalidad de la democracia argentina.
En base a esta idea, la propuesta presentada a continuación se conforma de varias líneas de acción para la posterior formulación de políticas públicas en torno a las características señaladas de la sociedad argentina.
Título de la propuesta: Reconstrucción de la confianza ciudadana
Tomando en consideración el punto de impacto de empoderamiento humano (2) y las áreas de incertidumbre relativas a la gestión del cambio demográfico (3), al aumento de la desigualdad y fragmentación social (5) y al deterioro de la autoridad del Estado (7), el objetivo de esta propuesta versa sobre el fortalecimiento de la democracia argentina a partir del entendimiento de cuestiones sociológicas de la ciudadanía-electorado de nuestro país y de acciones concretas para la recuperación de la confianza perdida de ésta respecto del sistema político y fundamentalmente de los gobernantes y políticos argentinos.
Con ánimos de alcanzar dicha meta, se proponen las siguientes líneas de acción:
• Más allá de la concurrencia a las urnas cada dos años, podría darse impulso y fomento de la participación ciudadana en distintos mecanismos democráticos como iniciativas y consultas populares, mismo con los referéndums, – en los distintos niveles de gobierno y de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional -, con el propósito de alentar el respeto por las instituciones de nuestra democracia y el sentimiento de inclusión en la toma de decisiones que diariamente afectan la vida de millones de personas.
• El fomento de más y mejores debates políticos por fuera de las instancias tradicionales del poder como el Congreso Nacional o las legislaturas provinciales, y sus condiciones de transparencia y eficacia, como instancia para que la ciudadanía continúe conociendo a sus dirigentes e informándose acerca de los proyectos políticos que se llevan o pretenden llevar adelante, dentro de un contexto que asegure el intercambio de ideas respetuoso y de manera verdaderamente pública.
• En el combate contra la corrupción, debe asegurarse la transparencia en todas las acciones de gobierno y en todos sus niveles, asumiéndose compromisos serios de rendición de cuentas de los cuales la ciudadanía pueda mantenerse al tanto.
• La sanción a nivel nacional de la ley de ficha limpia y su cumplimiento con el propósito de que se evite que quienes fueran condenados por delitos de corrupción puedan ser precandidatos o candidatos a cargos públicos electivos nacionales o puedan ser designados para ocupar puestos partidarios.
Reflexiones finales
En conclusión, tal como es notorio, las propuestas presentadas a lo largo de este escrito contienen algunas líneas de acción que distan de ser muy novedosas o extraordinarias. Entendiendo que estos temas deberían ser abordados desde lo general hacia lo particular, primero deben afianzarse las cuestiones señaladas como pasos a seguir para luego dar paso a mayores complejidades. Si en el planeamiento de políticas públicas no se logran consolidar los aspectos esenciales de cada tendencia estratégica y verificar sus verdaderos progresos, será aún más complicado avanzar sobre las muchas otras particularidades que caracterizan a los temas tratados.