LOS DESAFÍOS DE LAS TENDENCIAS GLOBALES Y EL DESARROLLO DE LA APTITUD NECESARIA PARA ENFRENTARLOS

LOS DESAFÍOS DE LAS TENDENCIAS GLOBALES Y EL DESARROLLO DE LA APTITUD NECESARIA PARA ENFRENTARLOS

LOS DESAFÍOS DE LAS TENDENCIAS GLOBALES Y EL DESARROLLO DE LA APTITUD NECESARIA PARA ENFRENTARLOS

  1. Flexibilidad/Adaptación/Liderazgo 

En el planteo de problemas estructurales de una Nación que, indudablemente requieren de estrategias nacionales inscriptas en Políticas de Estado, es necesario el análisis de detallado y actualizado de la situación, determinando cuales son los alcances y las limitaciones propias, cuáles son los objetivos para este sector en particular, que tipo de recursos son y serán involucrados, cuáles son las partes interesadas tanto del sector público como privado, la vinculación de los objetivos sectoriales con los objetivos nacionales, identificando claramente cuáles son los obstáculos en para la implementación (legales, recursos, intereses internacionales, etc.), y cuáles serán los beneficios. Es necesario acompañar al planeamiento de un mecanismo que verifique el cumplimiento de los objetivos del sector. Para lograrlo, es necesario responder con una estructura apta para la obtención de los objetivos en el marco de una situación cada vez más compleja. 

Esta complejidad de los escenarios actuales requiere respuestas rápidas y agiles. Se necesita pensar diferente, desarrollando flexibilidad para adaptarnos a los cambios introduciendo nuevos procesos, incorporando tecnología, pero fundamentalmente con una actitud proactiva e innovadora desprovista de prejuicios.  

Refiriéndose a la Seguridad Humana, Kaldor plantea: ¿es utópico sugerir que ésta (y por ende la protección de los recursos que hacen a su supervivencia) ofrece un nuevo lenguaje para abordar los riesgos y peligros contemporáneos? El desafío es cognitivo más que práctico. Concluye diciendo: La seguridad humana requiere una transformación en la forma de pensar. Es imprescindible pensar en respuestas para preguntas que todavía no se han formulado.   

De esta manera, dice, que se ofrece una forma fácil de comprender al marco holístico que puede servir como una doctrina rectora coherente.  

Destaco esta última afirmación y la necesidad de tener una mirada holística y, sin ninguna duda, renovada y desprejuiciada, de la protección de nuestra soberanía y los recursos de nuestra Nación. Es imprescindible una profunda revisión de la legislación vigente para adecuarla a los tiempos actuales y la generación de recursos para transformar las ideas en efectos. 

Cuando la crisis sobreviene el vértigo de su desarrollo no da lugar a respuestas burocráticas. El trabajo interagencial con una seria orientación estratégica debe generar las redes interjurisdiccionales que incluyan a los privados, a la academia y a todo aquel que pueda aportar al equipo, estando en aptitud de una interacción basada en la confianza en los conocimientos y experiencias propios de cada área generando un sistema de respuesta transversal. Esa confianza se construye a partir del trabajo serio de un equipo que reconoce los méritos y capacidades de sus integrantes que trabajan con la orientación estratégica traducida en objetivos concretos y alcanzables, prioridades y con la asignación de recursos necesarios para su desarrollo. Los equipos que se conforman deben tener continuidad en el tiempo. No es razonable que una jurisdicción del gobierno cambie de interlocutor en cada reunión de trabajo. Por otra parte, en incontables ocasiones los grandes anuncios de proyectos que responden a una línea estratégica caen en el olvido cuando no son respaldados con asignaciones presupuestarias. 

Se debe enfatizar la necesidad de un trabajo en el que se conjuguen las experiencias y el conocimiento diverso con la vocación del cumplimiento del mandato constitucional de proveer a la defensa común y por ende la protección de nuestros recursos. 

Analizando la Estrategia de Seguridad del Reino de España, Félix Arteaga habla de la necesidad de contar con “luces largas” para navegar en un contexto geopolítico, geoeconómico y geotecnológico como el actual. Sostiene que afrontar retos sistémicos precisaría un enfoque de seguridad nacional para coordinar y priorizar las políticas económicas, educativas, industriales y científicas de forma integrada. Plantea la necesidad de una integración que carece todavía de un órgano de liderazgo transversal y, sobre todo, de un sistema y cultura de seguridad económica que las avale. Agrega que, para competir en un contexto de deconstrucción de las reglas del mercado, los países precisan contar con capacidades de inteligencia e influencia económica que les proporcionen los mayores niveles posibles de resiliencia y autonomía estratégica. Indudablemente la “Transversalidad” del liderazgo en materia de Seguridad nacional hace a las posibilidades de éxito de una política de defensa. 

Está muy clara la necesidad de una conducción estratégica particular en la que se conjugue un claro liderazgo transversal y el empoderamiento de los integrantes del equipo que se conforme para avanzar sin someterse a la burocracia propia de organizaciones que no se han adaptado a los tiempos que nos tocan. 

Modelo identificación de partes interesadas.

Se deben, necesariamente, involucrar a todos los sectores necesarios y partes interesadas (stakeholders) para contribuir a disminuir vulnerabilidades, prevenir riesgos, estar en condiciones de disuadir amenazas y en caso necesario accionar con todos los recursos del potencial nacional para proteger los Intereses Vitales de la Nación, es decir su Soberanía, Independencia y Autodeterminación, su Integridad territorial y la Libertad de sus habitantes.  

  1. Anticipación Estratégica 

La Defensa Nacional como parte inescindible de la Seguridad Nacional, se encuentra inmersa en la dinámica en la que la incertidumbre propia del ambiente estratégico que en los tiempos complejos que vivimos se agiganta. Resolver la tensión entre la previsión y la incertidumbre es, de acuerdo a Hoffman, el santo grial de una buena estrategia. Es por ello que ésta requiere Anticipación Estratégica Continua, Prospectiva e Inteligencia Estratégica, desarrollando Indicadores de alerta anticipada, para poder enfrentar los nuevos y cambiantes escenarios.  

Si miramos con atención a nuestra geografía, en los grandes vacíos demográficos, los enormes espacios marítimos plenos de recursos que son actualmente amenazados, las reservas de agua dulce, las tierras raras y la proyección Antártida, no podemos descartar la potencialidad de la disputa por nuestro territorio soberano. Bartolomé cita a uno de los más famosos estrategas contemporáneos, Colin Gray, quien lo plantea de la siguiente manera: “la geografía define a los jugadores (sean Estados o no), frecuentemente define los objetivos por los cuales los jugadores compiten, y siempre define los términos en los cuales ellos miden su seguridad en relación a otros actores”.   

Los procesos que en definitiva deben prevenir sorpresas estratégicas chocan muchas veces con limitaciones metodológicas con patologías organizativas propias de sistemas que no se han adaptado. Chocan también con sesgos cognitivos que incluye la sobrecarga de información (infoxication) y entre otros el exceso de confianza o como dicen los angloparlantes el “Wishful thinking” que nos lleva a pensar que eso NO NOS PUEDE PASAR. Debemos agregar la falta de pensamiento creativo, y fundamentalmente la escasa receptividad de quienes han de responder o decidir. Por eso creo que, con una licencia interpretativa,  podemos decir que es de aplicación para este último punto lo que dice Bauman, cuando sostiene que “La verdad que libera a los hombres (en nuestro caso la que los protege) es en gran parte la verdad que los hombres prefieren no escuchar”. La descripción de las vulnerabilidades, de los riegos y de las amenazas no es algo que las autoridades políticas quieran escuchar.  

Pudimos observar con pena y vergüenza que unidades navales de nuestro país no participan en ejercitaciones de enorme relevancia regional en aguas de nuestra hermana República del Perú en ocasión del bicentenario de su independencia.  Esta nación a las que nos une vínculos históricos profundos, contará con la participación de las Armadas del Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, República Dominicana y Uruguay. La única ausente fue la Armada de la República Argentina. Se invirtieron meses de capacitación y entrenamiento, meses de planificación con otros países, tiempo dedicado por cientos de efectivos de la Armada Argentina, recursos de todos los argentinos para una actividad estratégica cuya autorización ni siquiera fue tratada por Diputados. Esto deja de manifiesto la falta de interés de nuestros políticos en uno de los asuntos que mayor importancia le asignan los gobiernos del mundo: la Defensa.  

Es imprescindible la creación de la conciencia en el máximo nivel de la conducción del Estado Nación sobre la necesidad del desarrollo de una política de estado de Defensa y el desarrollo de la estrategia correspondiente.  

La vigilancia, el control y la preservación, según corresponda, del espacio marítimo insular y fluvial, aeroespacial, ciberespacial, espacial y terrestre son obligaciones del Estado Nacional. No debemos olvidar que, en un contexto global de creciente escasez de Recursos Naturales renovables y no renovables y daños severos al medio ambiente, la búsqueda por asegurar el acceso a la energía, el agua, el territorio, los alimentos y los minerales estratégicos puede conducir a fenómenos de agitación social, fricciones geopolíticas e incluso guerras. 

Si pensamos que las posibilidades de ocurrencia de crisis o conflictos son limitadas en este momento, esto no significa que con la aceleración y el vértigo de los tiempos eso no cambie y de manera sorprendente. Se plantea un desafío sistémico en el que todo el potencial nacional debe estar coordinado y articulado. Si carecemos de una visión estratégica y dejamos que una coyuntura, complicada y con muchas carencias, nos impida construir políticas de estado, estaremos cometiendo un error que seguramente generará severas consecuencias que las generaciones que nos sucedan sufrirán. 

  1. Cooperación Regional 

Sin dudas la cooperación regional y las alianzas en el marco de esquemas de Seguridad Cooperativa o Colectiva y la cooperación en el marco de estructuras de economía regional, son importantes ya que persiguen el apoyo mutuo y el trabajo combinado para maximizar las fortalezas, prevenir los riesgos y enfrentar las amenazas que nos afectan a la región como un todo. Este esquema plantea la prevención y la cooperación interagencial sumada a la interoperabilidad de los recursos disponibles. 

En estos esquemas el aporte parte de una base de una autosuficiencia en la vigilancia y control de nuestros espacios soberanos mínima por parte de los participantes. Pretender cooperar sin disponer de capacidades mínimas es un planteo que sólo sirve para la formalidad, pero de ninguna manera es una respuesta posible.  

Es por ello que el diseño de un Plan Estratégico derivado de esa política de Defensa en el marco de la Estrategia de Seguridad Nacional es imprescindible. Este debe partir  del desarrollo de una Prospectiva e Inteligencia Estratégica, que nos permita contar con elementos de juicio orientadores para la reorganización de todos los medios disponibles adaptándolos a los desafíos del presente y del futuro favoreciendo la integración y complementación de esfuerzos de todos los recursos nacionales y generando un marco de desarrollo científico de avanzada, con una industria orientada a producir su propia tecnología para lograr obtener la autosuficiencia defensiva y la consecuente protección de nuestros recursos.